domingo, 27 de marzo de 2011

Andrea Bocelli narra un milagro

El día de ayer, escribí varios actos de fe para recitar cada mañana y recuperar nuestra humanidad. Uno de ellos decía:

"Creo que cada nueva vida es la actualización de un universo de posibilidades que de otra forma quedarían en la nada. No podría existir mayor pérdida, mayor desgracia que su inexistencia".

Hoy me llega, a través de un amigo a quien valoro mucho, un sorprendente video que tengo que compartir:


Yo, como millones de personas, admiro profundamente a Andrea Bocelli. Me llenó de alegría su mensaje. Él hace un acto de fe con su música, con su vida. ¿Lo haremos también nosotros?

jueves, 24 de marzo de 2011

El Estado entre las sábanas

Foto: infra-leve http://www.flickr.com/photos/infraleve/
Hoy salió a relucir en la prensa colombiana una iniciativa polémica, pero muy poco original: que se establezca un límite de dos niños por familia a través de diversas presiones estatales. Según el proponente, el representante a la cámara Hólger Díaz, no se pretende promover el aborto, sino utilizar los subsidios, créditos, acceso a vivienda y campañas de educación para lograr esos fines. Más que analizar su implementación, me detengo en todo lo que hay detrás.

Sí. Hay muchas cosas detrás del proyecto, y que son sintomáticas de la realidad social de nuestro país. La primera de ellas es la idea misma que se tiene de los ciudadanos objeto de la iniciativa. Según el congresista, el público objetivo está compuesto por las familias más pobres, que insisten en tener más hijos. La idea que muchos tienen de esas personas es que se trata de gente ignorante, irresponsable e incapaz de educar y garantizar un mejor futuro a sus hijos. Son ignorantes porque no han tenido acceso a educación superior. Son irresponsables por tener muchos hijos. Gracias a esas dos condiciones, la consecuente incapacidad de mejorar la situación de sus hijos es manifiesta.

Es gracioso. Esa descripción, y no otra, se podría aplicar sin problema alguno a mis abuelos. No me voy a avergonzar de ellos ni del hecho de que fueran muy pobres, que no tuvieran educación superior (mi abuela ni siquiera llegó a la secundaria), y que tuvieran un elevado número de hijos (nueve). Mi abuelo fue albañil toda su vida y mi abuela vendió arepas y gerenció una tienda de barrio para sacar adelante a sus hijos. Gente ignorante y irresponsable, dirían algunos entre quienes se encontraría el honorable representante.

Pero la dura vida de mis abuelos no fue la misma de sus hijos. Esa siguiente generación sufrió la pobreza pero hizo su ascenso a la educación técnica y la creación de microempresas.  Esos hijos lograron, con trabajo honesto, garantizarnos a nosotros, la tercera generación, una vida verdaderamente cómoda y el acceso a la educación superior. Las cosas cambian y la gente progresa y el progreso de la gente es el progreso del país, ¿no? Yo he podido educarme, graduarme como periodista en una prestigiosa universidad y viajar a otros países, cosas que me han permitido ganarme la aceptación de la gente de mejores recursos, "educada y responsable", que tanto alaba el proyecto.

Liberados, espero, del injusto prejuicio con el cual solemos discriminar a la "gente pobre", podemos ver más facetas de la iniciativa.

Yo soy un convencido del respeto de ciertas libertades por parte del Estado. Una de ellas, que relaciono con la más sagrada intimidad de los individuos, es la decisión de las parejas sobre cuántos hijos desean y cuándo desean tenerlos. Puedo estar de acuerdo o en desacuerdo con la conducta de una familia en este sentido, puedo considerarlos responsables o irresponsables, puedo pararme en la cabeza si quiero, pero no me atrevo a invadir su intimidad y decirles qué deben hacer en estos temas. Ellos verán, es su problema, pueden acertar o equivocarse. Decidir por ellos va más allá del proverbial "meterse al rancho": es inmiscuirse entre las sábanas. Si la intimidad de la familia no protege eso, entonces esa intimidad no existe.

Los trinos al respecto de la norma han hecho mención de la famosa superpoblación del planeta. Es evidente para muchos que los hijos de esa gente pobre, ignorante e irresponsable afectan negativamente el equilibrio de la naturaleza a escala global. Somos demasiados. Pero no se dan cuenta que los países europeos  ya colaboran a tan "loable" causa a través de millones de abortos (Estados Unidos también coopera con generosidad) y con la escasa voluntad que sus parejas jóvenes tienen de procrear, y enfrentan problemas precisamente por su falta de población joven. En varios países, el Estado debe promover la inmigración a ciertas regiones (como lo hace Canadá) o premia con subsidios a las parejas que deciden traer niños al mundo.

China es la maestra mundial del control natal. Lleva décadas aplicando una ley que restringe la libertad de las parejas a tener un solo hijo por familia. Lo ha hecho por los métodos que el honorable representante pide para Colombia. Pero ha incorporado otras formas de chantaje, como cortar los servicios públicos a familias rebeldes, o incluso ha aplicado en algunas regiones la esterilización y el aborto forzados. No pasa en todas partes, pero pasa. Y muchas familias han tenido que huir al destierro para proteger a sus hijos. En otras tierras han disfrutado la libertad de decidir el número de hijos que buenamente deseen tener. La ONU ha apoyado la dura política antinatalista de China. Pero piensen bien: los habitantes (sobre todo los rurales) de un país comunista como China deben ser pobres, ignorantes e irresponsables. Ante esto, el Estado tiene que actuar. Y siendo un Estado poderoso, actúa con fuerza.

Ese podría ser el nudo de la contradicción. Unos países premian la procreación. Otros deben evitar que sus ciudadanos tengan muchos hijos. Y Colombia es de esos países de tercera categoría cuyos ciudadanos no deberían tener varios hijos.  Si tienen muchos hijos, podrían trabajar mucho y generar desarrollo, incluso podrían llevar a sus países a ser potencias algún día. Qué contradicción: si China  no tuviera su inmensa población, no hubiera llegado a ser la gran potencia que es, ni tampoco India hubiera llegado a donde está sin su gran cantidad de habitantes. Si todos esos pobres de los países de tercera repiten la historia de mis abuelos, el orden de las cosas se subvertiría y eso es algo que no se puede admitir.

Recientemente, el Congreso de la República invocó el derecho de las parejas a decidir el número de hijos que deseen tener para aprobar una ley. No era una ley que previniera los abusos que constantemente sufren los padres de familias numerosas cuando médicos, profesores, trabajadores sociales y otros eminentes personajes se consideran con derecho a decirles qué hacer. Era una ley para garantizar que cualquier hombre mayor de 18 años acceda gratuitamente a la vasectomía. Según ellos, una acción responsable. Después de ese procedimiento ese hombre ya no podría decidir cuántos hijos tener (porque ya no puede) y seguramente automáticamente considerado más educado y menos pobre. ¡Qué falacia! Una ley invoca una libertad, pero su objeto es lograr que los ciudadanos renuncien a esa misma libertad.

Por todos esos motivos, y los que se quedan en el tintero, triné con vehemencia al recibir la noticia: Si en Colombia se aprueba una ley que solo permita dos hijos por familia, me voy. Cuando decida conformar una familia, no voy a permitir que el Estado se meta a decidir por nosotros. Si tenemos un hijo o dos, o doce, sería nuestro problema.

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Para profundizar:
Un reporte de denuncia sobre las políticas contra la natalidad en China:
https://pop.org/content/full-report-on-unfpas-involvement-in-china#mosher

lunes, 21 de marzo de 2011

Cuando los "periodistas" inventan...

Hace unos días, mientras esperaba a que me atendieran en una oficina, tomé una revista vieja. Avianca en Revista, para ser más exactos. Éste sí que era un número viejo. He aquí su portada:
Me puse a ojearla. Encontré uno de aquellos "artículos" sobre decoración - un grupo de fotografías de artículos que suelen tener precios astronómicos pero que, según el autor, marcan las tendencias actuales -. En este número, un especial sobre París, la Ciudad Luz. Por supuesto, prometía lo mejor de los diseños franceses. No me gustan este tipo de artículos, pero sí la decoración y el diseño, así que suelo verlos con detenimiento. De repente algo llamó mi atención:

El texto que acompaña la imagen dice:
  • "Sillas con diseños geométricos en tonos eléctricos se instalan en todo tipo de habitaciones"
Un momento. Yo conozco esa silla. Sólo entonces me doy cuenta de que no se da crédito a su creador. No hay información de precio o donde obtenerlo. Para subsanar este error,  gentilmente ofrezco como aporte un video acerca de esta "silla" y sus usos, lo que nos puede dar una idea de donde puede encontrarla para "decorar" su hogar:

La imagen original, para que no quede duda

Para dar el crédito apropiado a este diseño, he aquí el vínculo a su página web:Bilibo en Español.


Así que la "silla con diseños geométricos en tonos eléctricos" resultó ser un juguete premiado para niños de 2 a 7 años. ¿Algo más? Sí. Ni siquiera es francés. Es suizo. Alguien estaba siendo creativo en la revista. 

viernes, 18 de marzo de 2011

¡Ya dejen descansar a Cerati!


Hace dos días, Cerati cumplió 10 meses en estado de coma. Algunos de sus admiradores en twitter comentaron este suceso, calificaron su situación como una gran injusticia y pidieron que ya lo dejaran descansar. Voy a hablar de esa tragedia: la de los admiradores de Cerati.

Es algo verdaderamente conmovedor. Aquellos que claman por la solución final para el artista piden un remedio para tanto sufrimiento. El de ellos, no el del cantante, del cual bien poco sabemos. Ellos tuvieron que soportar la oleada de informaciones sobre la salud de Cerati a finales de mayo y la trágica noticia de su estado de coma. Por más de una semana, fue tema principal de muchos medios de comunicación y los fanáticos, angustiados, vivieron ese sufrimiento como propio. Como si esto no fuera suficiente, toda la información sobre la salud del cantante comenzó a ser resguardada como parte de la intimidad de su familia. Al dolor se sumó la incertidumbre.

Desde entonces el dolor se hace insoportable para ellos cada cierto número de semanas, cuando algún medio de comunicación logra alguna información adicional en un caso en que todo transcurre sin noticias de ningún tipo. Más aún, el dolor revive cuando alguna emisora se atreve a programar sus canciones, aunque esto es cada vez menos frecuente supongo que debido a la sensibilidad del público. Ni qué decir cuando en youtube surge, por accidente, algún video de Cerati o Soda Stereo entre los recomendados.

Hay que terminar, entonces, tanto sufrimiento. No es justo. Ya dejen descansar al pobre de Cerati. Suspéndanle la alimentación para que muera de hambre, como Terri Schiavo, o inyecténle alguna cosa que lo mate de una buena vez. Permítanle a tantos admiradores pasar la página, asumir la muerte de su ídolo y, sobre todo, ver noticias más positivas y joviales en las secciones de farándula de los noticieros.

Ellos, los admiradores, tienen todo el derecho a pedir la muerte de Cerati. Son ellos quienes lo visitan a diario, pagan la cuenta de sus gastos médicos, ayudar a las enfermeras a asearle y hacerle ejercicios para evitar atrofias mayores en sus músculos. Son ellos los que cargan con la pesada cruz de la enfermedad de Cerati, quien al fin de cuentas está inconsciente. ¿Que quienes piden la muerte de Cerati no han hecho nada de eso? Mmmm. Bueno, acepto el argumento, pero ellos aún podrían grabar videos de ánimo y agradecimiento desde sus casas a través de youtube y lograr que se los reproduzcan al artista, quien a lo mejor algo escucha. Entonces tendrían derecho a decidir sobre él. ¿O tal vez no?

Tal vez lo mejor sería que dejaran descansar a Cerati. De una buena vez. Dejemos que afronte su enfermedad a su manera, que encuentre las fuerzas para volver a conectarse con este mundo. Dejemos que su familia y los profesionales de la salud juzguen si su tratamiento, que es de baja complejidad, es en verdad un esfuerzo desproporcionado y penoso que no tiene esperanza alguna y sí le daña aún más su calidad de vida. Asumamos la minúscula y ridícula incomodidad de soportar la realidad de su enfermedad y saber, a través de sus noticias, que el sufrimiento sí existe, incluso en el mágico mundo del entretenimiento.

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Desde este pobre blog, un saludo y un abrazo a todos aquellos que se esfuerzan porque Cerati siga viviendo y pueda recuperarse. Un saludo y un abrazo a su familia. Un saludo y un abrazo a Cerati, con todos los deseos de que tenga una segunda oportunidad entre nosotros. ¡Fuerza, Cerati!

jueves, 17 de marzo de 2011

¿Presidente o Presidenta? (Columnista invitado)

Prometo no hacerlo mucho. Me llegó uno de aquellos correos reenviados que, contra todo pronóstico, a veces tienen contenidos genuinamente interesantes. Es acerca del "lenguaje incluyente". Al final, publico el vínculo a otro gran artículo, de Héctor Abad Faciolince, que merece ser leído.

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En español, el plural en masculino implica ambos géneros. Así que al dirigirse al público NO es necesario ni correcto decir "peruanos y peruanas", "compañeros y compañeras", "niños y niñas", etc., como el verboso Alan Garcìa puso de moda y hoy en día otros ignorantes (políticos y comunicadores) a nivel nacional por TV continúan con el error.


Decir ambos géneros es correcto, SOLO cuando el masculino y el femenino son palabras diferentes, por ejemplo: "mujeres y hombres", "toros y vacas", "damas y caballeros", etc.

Ahora viene lo bueno: Detallito lingüístico: ¿Presidente o presidenta?
Aprendamos bien el español y de una vez por todas:
NO ESTOY EN  CONTRA DEL GÉNERO FEMENINO, SINO DEL MAL USO DEL LENGUAJE. POR FAVOR, DÈJENSE YA DE INCULTURA, DESCONOCIMIENTO U OCURRENCIA: ¿Presidente o presidenta?

En español existen los participios activos como derivados verbales: Como por ejemplo, el participio activo del verbo atacar, es atacante; el de sufrir, es sufriente; el de cantar, es cantante; el de existir, existente; etc.

¿Cuál es el participio activo del verbo ser?: El participio activo del verbo ser, es "ente". El que es, es el ente. Tiene entidad. Por esta razón, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se le agrega la terminación 'ente'.

Por lo tanto, la persona que preside, se le dice presidente, no presidenta, independientemente de su género.

Se dice capilla ardiente, no ardienta. Se dice estudiante, no estudianta. Se dice adolescente, no adolescenta. Se dice paciente, no pacienta. Se dice comerciante, no comercianta. Se dice cliente, no clienta.

La Sra. Cristina Fernández de Kirchner, para aquellos que andan atrasados de noticias, es la actual presidente de Argentina. Dilma Rousseff ha recibido las felicitaciones del Presidente García y su Gobierno como "Presidenta electa", no por motivos ideológicos sino por ignorancia de la gramática de la lengua española. Y ahora en Venezuela, con el delirante socialismo, también el "gorila" de presidente que tienen hace uso de estas barbaridades.

Un mal ejemplo sería: La pacienta era una estudianta adolescenta sufrienta, representanta e integranta independienta de las cantantas y también atacanta, y la velaron en la capilla ardienta ahí existenta.
Qué mal suena ahora Presidenta, ¿no? Es siempre bueno aprender de qué y cómo estamos hablando.

Pasemos el mensaje a todos nuestros conocidos latinoamericanos, con la esperanza de que llegue a la Casa Pizarro y a Miraflores, para que esos ignorantes  hagan buen uso de nuestro hermoso idioma.

Atentamente,

V. Molina
Licenciado en Castellano y Literatura
(y no en Castellana y Literaturo)

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Lo prometido es deuda: para ver el artículo de Héctor Abad Faciolince en Semana:
Colombianos y colombianas, ridículos y ridículas?

lunes, 14 de marzo de 2011

BanOccidente y la privacidad: ¿Hay algo podrido en Dinamarca?


La carta de la discordia
La privacidad es uno de los derechos que ha cobrado más importancia en la actualidad. Es precisamente la información  personal la fuente de ingresos para muchas empresas y casi todas las organizaciones se esfuerzan en hacerse a sólidas bases de datos de sus clientes actuales o potenciales. Las críticas a servicios tan generalizados como Facebook o Google se dirigen al manejo que dichas empresas puedan hacer con la enorme cantidad de información personal que albergan para sus millones de suscriptores.

Más allá de esos populares servicios, existen muchas otros tipos de infromación que nos parecen en extremo sensibles. La información financiera y comercial es, por supuesto uno de ellos. ¿Qué sentirían ustedes si un buen día llega una carta de su banco informándoles que el contrato de los servicios financieros ha cambiado precisamente en lo concerniente al acceso de las bases de datos a la información privada de sus clientes? Ciertamente, uno se preocupa y se toma el trabajo de leer la letra pequeña que seguramente no leyó el día en que abrió su cuenta o adquirió un crédito con la entidad.

He aquí lo que encontré (el subrayado es mío):

"El Cliente en su calidad de titular de información, actuando libre y voluntariamente, autoriza de manera expresa e irrevocable al Banco, o a quien represente sus derechos, a consultar, solicitar, reportar, procesar y divulgar toda la información que se refiera a su comportamiento crediticio, financiero, comercial, de servicios y de terceros países de la misma naturaleza, a la Central de Información CIFIN o a cualquier otra entidad pública o privada que administre o maneje bases de datos, cualquier otra Entidad Financiera de Colombia, o a quien represente sus derechos..." 

La cláusula continúa y no precisamente para aliviar la preocupación. No soy abogado, pero interpreto que un contrato de esta naturaleza permite a mi banco hacer lo que buenamente desee con mi información. La carta dice que el cambio tiene por objeto cumplir la ley de Habeas Data (que solo conozco superficialmente y entendía que era para garantizar la corrección de datos errados). Entiendo que el reporte a centrales de riesgo como Datacrédito es necesario, pero creo que la puerta se abre demasiado ampliamente y existen muchas empresas dispuestas a adquirir a buen precio la totalidad de nuestra información financiera.

Para rematar, la carta informa muy amablemente que uno tiene una fecha límite (31 de marzo de 2011) para declararse en desacuerdo con dicha cláusula. De lo contrario, habrá vendido su alma aceptado la clausula sin haberlo siquiera notado. ¿Qué le dirán a aquellos que se oponen? Seguramente lo averiguaré eventualmente.

De todas maneras, le agradezco a Banco de Occidente la deferencia de informarme de la dichosa cláusula, porque estoy convencido de que he aceptado sin saberlo condiciones probablemente peores en otras entidades financieras.

Que tengan un muy buen día.

domingo, 13 de marzo de 2011

Libertad de expresión y sensibilidad religiosa.

Este es uno de esos temas que no se pueden abordar fácilmente en 140 caracteres.

Twitter es un medio de comunicación excepcional que democratiza de manera efectiva la libertad de expresión que antes sólo ejercían algunos afortunados. Por fin, muchos ciudadanos tenemos un canal a nuestra disposición y lo empleamos, como es deseable, diciendo lo que buenamente se nos venga a la cabeza.

Es curioso. Cuando publicamos un pensamiento, lo hacemos con el deseo de expresar aquello que llevamos dentro. Por eso es importante garantizar esa libertad, esa independencia, esa expresión de la propia identidad, de la perspectiva desde la que vemos el mundo. Pero cuando expresamos, cuando publicamos es precisamente porque deseamos mostrar eso a los demás. Deseamos contactar, comunicar, afectar (espero que positivamente) al otro. Y entramos en el terreno del otro, que es tan espinoso.

Ahora bien, todos nos hemos encontrado en un lado u otro de una situación incómoda: algún trino ofende nuestras creencias religiosas o un trino nuestro golpea la sensibilidad religiosa de algún lector. Se pueden decir mil cosas al respecto y reaccionar de muchas maneras y mucho depende de la perspectiva de donde se mire.

Veamos las cosas desde el escritor. Uno de los mayores atractivos de Twitter es el alto nivel de tolerancia que muchos usuarios exhiben en las discusiones (y la habilidad de bloquear aquellos que usan la violencia verbal para intentar imponer sus puntos de vista). En este contexto de tolerancia y libertad es inapropiado pretender que otro limite mi derecho a la libre expresión para satisfacer ciertas susceptibilidades. En último caso, nadie tiene que seguir a nadie por obligación y quien se declara ofendido puede buenamente marcharse para no sufrir leyendo las publicaciones.

Desde el lector, las cosas se ven distintas. Difícilmente una persona sigue a otra que publica mensajes que considera ofensivos. Los altercados surgen cuando alguien rompe su línea habitual de temas y expresa una idea que puede ser considerada irrespetuosa sobre un tema sagrado para otros. ¿Es esto una ofensa? Para ese lector, que puede ser un evángelico convencido, una monje tibetano o un indígena, las palabras pueden ser más hirientes de lo que parece. Lo sagrado es algo sumamente sensible. Una caricatura sobre Mahoma, imaginar una escena sexual de Jesucristo o el apodo despectivo a una minoría religiosa son cosas que golpean al creyente con mucha fuerza.

Es posible que el lector no esté preparado para la comunicación en un mundo tan globalizado. Pero también es posible que el escritor tampoco lo esté. Un trino que a uno le puede parecer gracioso puede estar jugando con algo que alguien considera lo más valioso y el centro mismo de su existencia. Lo divino, lo religioso, puede ser (y de hecho lo es para muchos) algo más íntimo y más especial que, por ejemplo, la propia madre (y a nadie le gustaría que su madre fuera objeto de una caricatura o una frase ofensiva). Muy probablemente no es nuestra intención tocar una fibra tan sensible en esa persona. Muy probablemente no nos ponemos en el lugar de los otros antes de publicar nuestros pensamientos y lo hacemos por pura y física ignorancia.

En algunas regiones budistas, la parte superior de la cabeza es considerada sagrada y sólo puede ser tocada por alguien de mayor jerarquía. Yo me enteré de eso el día que lo hice, sin saber que estaba cometiendo un error y una falta de respeto. En mi pensamiento occidental no cometería ninguna falta en una cosa tan sencilla. Y sin embargo, una vez supe el significado, procuré no hacerlo a quienes tienen esa creencia.

No todo en la vida son blancos y negros. No pretendo que hayan reglas en ese sentido. Pero una discusión previa sobre este tema me dejó una suerte de conclusión:  Si una persona tiene toda la libertad de publicar un comentario sobre temas religiosos que pueden ofender a otros, la persona ofendida tiene todo el derecho de expresar su molestia ante la publicación. Y que cada quien resuelva sus conflictos de la forma más humana posible.


sábado, 12 de marzo de 2011

Guatsama qué?

Foto: Janineomg http://www.flickr.com/photos/geishabot/
Hace un tiempo me convertí en el orgulloso creador del Hashtag #Guatsamaralapapaya. Podría llegar a ser, con el tiempo, el HT más antipático de la red. No sólo hace uso de 19 muy valiosos caracteres, sino que además es tremendamente localizado. Tanto, que usted puede estar preguntándose qué diantres significa. Así que vamos a analizarlo etimológicamente:

Guatsamara es un anglicismo que como lo exigen las reglas del idioma ha sido escrito de acuerdo a la gramática castellana. Es derivado de la expresión "What's the matter" y su fonética corresponde a su pronunciación callejera.

Guatsamara la papaya es un colombianismo. La adición de esta magnífica fruta dota a la expresión de colorido, fuerza, actualidad y tumbao.

Así las cosas, el HT #Guatsamaralapapaya es un aporte cultural invaluable para la red, al compartir el patrimonio intangible del pueblo colombiano y actualizarlo en un formato compatible con las nuevas tecnologías de la información.