viernes, 18 de marzo de 2011

¡Ya dejen descansar a Cerati!


Hace dos días, Cerati cumplió 10 meses en estado de coma. Algunos de sus admiradores en twitter comentaron este suceso, calificaron su situación como una gran injusticia y pidieron que ya lo dejaran descansar. Voy a hablar de esa tragedia: la de los admiradores de Cerati.

Es algo verdaderamente conmovedor. Aquellos que claman por la solución final para el artista piden un remedio para tanto sufrimiento. El de ellos, no el del cantante, del cual bien poco sabemos. Ellos tuvieron que soportar la oleada de informaciones sobre la salud de Cerati a finales de mayo y la trágica noticia de su estado de coma. Por más de una semana, fue tema principal de muchos medios de comunicación y los fanáticos, angustiados, vivieron ese sufrimiento como propio. Como si esto no fuera suficiente, toda la información sobre la salud del cantante comenzó a ser resguardada como parte de la intimidad de su familia. Al dolor se sumó la incertidumbre.

Desde entonces el dolor se hace insoportable para ellos cada cierto número de semanas, cuando algún medio de comunicación logra alguna información adicional en un caso en que todo transcurre sin noticias de ningún tipo. Más aún, el dolor revive cuando alguna emisora se atreve a programar sus canciones, aunque esto es cada vez menos frecuente supongo que debido a la sensibilidad del público. Ni qué decir cuando en youtube surge, por accidente, algún video de Cerati o Soda Stereo entre los recomendados.

Hay que terminar, entonces, tanto sufrimiento. No es justo. Ya dejen descansar al pobre de Cerati. Suspéndanle la alimentación para que muera de hambre, como Terri Schiavo, o inyecténle alguna cosa que lo mate de una buena vez. Permítanle a tantos admiradores pasar la página, asumir la muerte de su ídolo y, sobre todo, ver noticias más positivas y joviales en las secciones de farándula de los noticieros.

Ellos, los admiradores, tienen todo el derecho a pedir la muerte de Cerati. Son ellos quienes lo visitan a diario, pagan la cuenta de sus gastos médicos, ayudar a las enfermeras a asearle y hacerle ejercicios para evitar atrofias mayores en sus músculos. Son ellos los que cargan con la pesada cruz de la enfermedad de Cerati, quien al fin de cuentas está inconsciente. ¿Que quienes piden la muerte de Cerati no han hecho nada de eso? Mmmm. Bueno, acepto el argumento, pero ellos aún podrían grabar videos de ánimo y agradecimiento desde sus casas a través de youtube y lograr que se los reproduzcan al artista, quien a lo mejor algo escucha. Entonces tendrían derecho a decidir sobre él. ¿O tal vez no?

Tal vez lo mejor sería que dejaran descansar a Cerati. De una buena vez. Dejemos que afronte su enfermedad a su manera, que encuentre las fuerzas para volver a conectarse con este mundo. Dejemos que su familia y los profesionales de la salud juzguen si su tratamiento, que es de baja complejidad, es en verdad un esfuerzo desproporcionado y penoso que no tiene esperanza alguna y sí le daña aún más su calidad de vida. Asumamos la minúscula y ridícula incomodidad de soportar la realidad de su enfermedad y saber, a través de sus noticias, que el sufrimiento sí existe, incluso en el mágico mundo del entretenimiento.

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Desde este pobre blog, un saludo y un abrazo a todos aquellos que se esfuerzan porque Cerati siga viviendo y pueda recuperarse. Un saludo y un abrazo a su familia. Un saludo y un abrazo a Cerati, con todos los deseos de que tenga una segunda oportunidad entre nosotros. ¡Fuerza, Cerati!

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